Cuando un grupo de ingenieros planifica una nueva planta industrial, considerar la vida útil dela misma es esencial para cuantificar costos de inversión y retorno del mismo.
Y para calcularlo, lo mejor es considerar el equipo individualmente, ya que es prácticamente imposible estimar la vida útil de un sistema entero. El problema consiste, para cada equipo que compone la instalación, en determinar en qué periodo de tiempo sucederá esa obsolescencia. Una vez que un equipo es obsoleto, debe haber un plan para reemplazarlo, ya que la obsolescencia lleva implícito por un lado que no es rentable seguir explotándolo, y por otro, que ha perdido todo su valor (y por tanto el valor actualizado debe ser considerado como cero o valor de chatarra).
¿Cuándo sucede esto para cada equipo? Es difícil estimar una cifra exacta que funcione bien en todos los casos. Es difícil precisar cuándo se encontrará en un estado técnico en el que no compense repararlo, en qué momento se decidirá sustituirlo por no cumplir con su función, en qué momento el fabricante decidirá sacar al mercado un modelo que sustituya al que está instalado y deje de suministrar repuestos para los modelos anteriores a ese, o en qué momento se presentarán avances tecnológicos que hagan que sea interesante sustituir los equipos instalados por otros nuevos.
A ciencia cierta es imposible saber con exactituda la vida útil de cada equipo, sin embargo, podemos considerar los siguientes factores:
- Los equipos mecánicos rotativos bien diseñados que se adapten bien a las condiciones de trabajo y que han tenido una operación y un mantenimiento adecuado suelen alcanzar el final de su vida útil tras 15 años de servicio. El principal problema por el que los equipos mecánicos suelen quedar obsoletos son bien por el mal estado que pueden presentar por degradación no recuperable, por falta de repuestos (que es el caso más habitual) o por menor rendimiento que los equipos más actualizados.
- Los equipos estáticos que no sufren grandes cambios de temperatura bien diseñados que se adapten bien a las condiciones de trabajo y que han tenido una operación y un mantenimiento adecuado suelen alcanzar el final de su vida útil tras 30 años de servicio. Su principal problema suele estar relacionado con la corrosión interna o externa.
- Los equipos estáticos relacionados con procesos de combustión o de intercambio de calor (hornos, calderas o intercambiadores) bien diseñados que se adapten bien a las condiciones de trabajo y que han tenido una operación y un mantenimiento adecuado suelen alcanzar el final de su vida útil tras 15 años de servicio. Sus problemas suelen estar relacionados con el taponamiento de tubos, los pinchazos, la corrosión y en general, la degradación no recuperable.
- Los equipos eléctricos de alta y media tensión suelen alcanzar bien diseñados que se adapten bien a las condiciones de trabajo y que han tenido una operación y un mantenimiento adecuado suelen alcanzar el final de su vida útil tras 30 años de servicio, a pesar de sufrir obsolescencia tecnológica.
- Los equipos electrónicos, relacionados con la instrumentación o con el control, bien diseñados que se adapten bien a las condiciones de trabajo y que han tenido una operación y un mantenimiento adecuado suelen alcanzar el final de su vida útil más temprano, en torno a los 10 años de servicio.
- Los equipos informáticos, apenas alcanzan 5 años de servicio, y se sustituyen por obsolescencia tecnológica.
- Los vehículos, al estar afectados por diferentes tipos de degradación, suelen alcanzar el final de su vida útil tras 10 años de servicio, aunque muy frecuentemente se sustituyen antes por insuficiente fiabilidad o por falta de prestaciones en comparación con los modelos más actualizados.
- Los medios de elevación al contener una mezcla de equipos rotativos y equipos estáticos, pueden alcanzar los 20 años, aunque en realidad lo que queda obsoleto no son los elementos estructurales sino los equipos sometidos a rotación.
- Los equipos de comunicación, apenas alcanzan los dos años, y se sustituyen por obsolescencia tecnológica. Los propios fabricantes de los equipos incluyen a veces piezas que se degradan en ese tiempo, en lo que se conoce como obsolescencia programada.
Se estima que cada 10 años, una planta industrial debe invertir el 10% del costo inicial en el mantenimiento para prolongar su vida útil. En Herrelectric nos preocupamos por tus instalaciones para que tu solo te dediques a operar.
Información obtenida de: Renovetec